“Ser defensora es un compromiso de vida. Es romper todos los estereotipos”. De esta forma explica Yessica Trinidad, Directora de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, qué supone para ella ser una mujer defensora de derechos humanos.

Según datos de Front Line Defenders, en 2017 se registraron 44 asesinatos de mujeres defensoras en Honduras. Y los asesinatos son sólo la punta del icerberg. Según el informe ‘Defender para vivir’ de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, durante los años 2016 y 2017 se registraron un total de 1.232 agresiones a las mujeres defensoras de derechos humanos, sus familias y organizaciones. 

Entre las agresiones más frecuentes de que son objeto las Defensoras de Derechos Humanos en Honduras y, en general en Mesoamérica, se encuentran el hostigamiento psicológico, calumnias, señalamientos, campañas de desprestigio, amenazas, criminalización, violencia sexual o asesinato. Una violencia específica que impacta de una manera diferente sobre las vidas de las defensoras y su entorno cercano.  

 

 

Esta serie de vídeos surgen del Encuentro Regional que se llevó a cabo en octubre de 2018 entre la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras (IMD) y Brigadas Internacionales de Paz. Fue un encuentro en el que participaron representantes de todas las entidades de PBI en Latinoamérica así como 30 defensoras de 20 organizaciones integrantes de la IMD en Mesoamérica y en el que se analizó el impacto psicosocial y afectaciones de la violencia diferenciadas sobre los cuerpos y las vidas de las mujeres defensoras. 

 

 

Un impacto que las mismas defensoras reconocían, a la vez que explicaban que no tienen tiempo ni espacio para cuidar de sí mismas. Por ello, en este encuentro se hizo especial hincapié en el autocuidado como una estrategia individual y colectiva que invita a modificar los patrones que desgastan a las defensoras y organizaciones para hacer sostenibles sus luchas. 

En enero 2019, el Relator Especial sobre la situación de personas defensoras de derechos humanos, escribió un informe sobre las mujeres defensoras; “Las mujeres defensoras muchas veces enfrentan riesgos diferenciados y adicionales y obstáculos que tienen un componente de género y están construidos por los estereotipos de género y las ideas profundamente arraigadas sobre quienes son las mujeres y como deberían ser.” “En el clima político actual, donde existe un rechazo hacía los derechos humanos, las mujeres defensoras muchas veces son las primeras bajo ataque.”